domingo, 16 de agosto de 2015

A vueltas con la amistad



El pasado viernes me encontré con un "amigo" de la infancia, posiblemente llevaba mas de 40 años sin vernos debido a que marchó a Cataluña con sus padres, como mucha gente lleva haciendo, en busca de un futuro mejor y de vez en cuando volvía a Andújar a visitar a los familiares en cortos periodo de tiempo. Me dio alegría de ver a Seba , que así se llama, nos dimos un abrazo y empezamos a rememorar anécdotas y situaciones de cuando convivimos en la Verbena con 8 o 9 años de edad, hasta los 14 o 15 en que el se marcho, recordamos como jugábamos a los indios y vaqueros en las "carreteras" o en San Cristóbal, pero en especial, se acordaba de cuando, en verano, mi madre tapaba el sumidero del pequeño patio de mi casa y lo llenaba con una cuarta de agua y nos "bañábamos" escurriendo la barriga por el suelo o cuando en invierno, debido a la abundante lluvia que por entonces caía y los días en los que se alargaba, jugábamos a los cromos, estampas, "platícos"(chapas de la bebida) o con mi fuerte Comansi lleno de figuras de plástico o a otros juegos hechos con materiales rudimentarios y reciclados que tratábamos como tesoros.
Me dio alegría recordar muchos de estos momentos y de otros que por un momento me trasladaron a una niñez feliz y en la que disfruté con los amigos de entonces correteando por los aledaños del arroyo Mestanza y que me sirvieron para fortalecer mi visión de la amistad, reforzado además, por mi madre, que en todo momento me sugería con quien si o con quien no debia "juntarme" (no te juntes con ese que no es bueno) refiriéndose a algún que otro abusón.
Después de un rato de recuerdos y risas, nos despedimos y emplazamos un próximo encuentro para tomar unas cervecitas y seguir mas tranquilamente y con mas tiempo con el tema, a lo que accedí despidiendonos con otro abrazo.
Luego, mas tranquilamente, se me vinieron mas recuerdos de aquella época y aun con el transcurso del paso de los muchos años, la mente, como buen disco duro, me reveló pequeños detalles que en esos momentos de conversacion no se revelaron y que me dejaron ver hoy, a toro pasado, que la amistad en la niñez también tiene sus claros-oscuros y que, efectivamente, hace que a lo largo de nuestra vida vayamos sabiendo con quien "juntarnos" o no.
Empecé a recordar, que Seba vivía en una casa mas grande que la mía, con un patio y corral que hubiera hecho el deleite de cualquier nene y que, sin embargo, nunca lo pisé porque no me invito y un gran pasillo donde jugar a la chapas o cromos cuando lloviera, y tampoco pase mas allá de la puerta cuando iba a buscarlo, y que muchas veces pasaba por mi puerta para irse a las "carreteras" a escondidas con otros amigos y no me llamaba a mi mas que cuando le interesaba jugar con mis indios y vaqueros de plástico o bañarse en mi rudimentaria "piscina".
Esto, que seguro que a muchos nos pasó de niños y que hoy posiblemente diríamos que son "chiquilladas", es fácil que nos sigan pasando y que en muchos casos y pese a la edad, nos sigan doliendo como de pequeños y es porque el concepto de amistad, no es igual para todos, unos, son los hablan de ella y se les llena la boca mientras la dosifican, miden, reparten y piensan que no hay que esperar nada a cambio y otros, los que la dan sin medida, a borbotones y pensando que SI...que en la amistad hay que esperar la reciprocidad en la misma medida cuando se necesite, y la amistad es una de esas cosas que se necesitan todos los días a BORBOTONES.