Con el pueblo griego, por otra Europa.
Las próximas elecciones griegas pueden significar un punto de inflexión en el panorama europeo. Grecia se ha convertido en el laboratorio político y económico de las élites europeas, que han sembrado miseria y hartazgo por todos los rincones del sur de Europa. Las recetas económicas de los recortes y la austeridad, basadas en pagar la deuda a costa de los derechos de la ciudadanía, sólo han dejado un rastro de paro, pobreza infantil, desesperación y barbarie, junto con la amenaza del retorno del fascismo encarnado en Amanecer Dorado, convirtiendo en contemporáneos males y problemas que parecían ajenos a Europa.
Las próximas elecciones griegas pueden significar un punto de inflexión en el panorama europeo. Grecia se ha convertido en el laboratorio político y económico de las élites europeas, que han sembrado miseria y hartazgo por todos los rincones del sur de Europa. Las recetas económicas de los recortes y la austeridad, basadas en pagar la deuda a costa de los derechos de la ciudadanía, sólo han dejado un rastro de paro, pobreza infantil, desesperación y barbarie, junto con la amenaza del retorno del fascismo encarnado en Amanecer Dorado, convirtiendo en contemporáneos males y problemas que parecían ajenos a Europa.
Pero el pueblo griego no se ha resignado
a ser cobaya de la Troika. Manifestaciones, huelgas, cooperativas
laborales y solidaridad han sido la respuesta a la dictadura del capital
financiero y de los mercados.
Ahora existe la oportunidad única de
echar a los responsables políticos del saqueo. Nada más conocerse la
convocatoria de las elecciones, el Fondo Monetario Internacional ha
suspendido su “ayuda” (ayuda que sólo ha proporcionado a cambio de los
derechos de la gente) hasta conocer quién encabezará el próximo gobierno
griego. Esto demuestra que los que se han beneficiado de la crisis a
costa de la mayoría de la población desconfían de la democracia y que su
respeto a las urnas está condicionado a que sean elegidos quienes
defienden sus privilegios. Nadie vota a los mercados, pero ellos deciden
a diario sobre nuestras vidas y nuestro futuro.
Porque claro que hay alternativa a sus
políticas. La situación del pueblo griego no es producto de leyes
inmutables sino de decisiones e intereses concretos. El acenso electoral
de SYRIZA es la muestra de que una amplia mayoría social está diciendo
¡basta! a la corrupción y el saqueo al que han sido sometidos durante
estos años. Una fuerza política que ha estado en contacto con las luchas
que se han dado en las calles y que está dispuesta a llevar el cambio
político a las instituciones, cambio que sólo será posible si el pueblo
griego se mantiene movilizado en las calles, se organiza en todos los
rincones de la sociedad y cuenta con la solidaridad internacional de la
ciudadanía europea.
Estamos convencidos de que el pueblo
griego echará a través de las urnas a los ladrones. En ese caso, las
dificultades y los chantajes serán enormes y nuestra obligación como
ciudadanos europeos es y será solidarizarnos con la democracia y la
voluntad de cambio del pueblo griego. Su victoria será la nuestra, pero
su derrota también. Por eso, los y las firmantes de este manifiesto
hacemos un llamamiento a toda la ciudadanía a solidarizarse con el
pueblo griego, a no permitir que la democracia sea derrotada por los
mercados y a impulsar acciones que no dejen solos a los griegos y
griegas en su camino para conquistar su soberanía y sus derechos.
Manifiesto de apoyo al pueblo griego al que puedes adderirte en esta pagina.
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