lunes, 21 de julio de 2014

Islandia, un ejemplo incomodo



Los mayores bancos islandeses fueron nacionalizados a finales de 2008, después de que la crisis de crédito provocada por la caída de Lehman Brothers congelara su acceso a fondos.  Islandia, un país de apenas 320.000 habitantes, se vio obligado a pedir prestados millones de dólares del Fondo Monetario Internacional y otros prestamistas.  Islandia protegió las operaciones nacionales de los bancos y dejó que sus operaciones internacionales cayeran en bancarrota. El Parlamento votó en 2010 en favor de juzgar a su ex primer ministro Geir Haarde, por no impedir el desastre financiero en 2008, en lo que se cree es el único juicio del mundo a un líder político por la crisis. Muchos islandeses culparon de la crisis a un pequeño grupo empresarios, banqueros y políticos estrechamente relacionados con el desastre financiero.
La economía nacional cayó en picado, y el país se vio obligado a imponer controles de capital para apuntalar el valor de su corona. Pasado un tiempo, la economía islandesa volvió a recuperarse de la crisis, y a financiarse en los mercados internacionales de bonos y recuperó su nota para inversiones de Fitch.
La fiscalía dice que el Gobierno tiene un deber de intervenir para impedir que los bancos se vuelvan demasiado grandes para ser rescatados en caso de una crisis, trasladando la carga de su deuda a los contribuyentes.
Haarde, que fue primer ministro desde 2006 y hasta principios de 2009 y bajo su mandato estuvo pasando lo mismo que ha ocurrido en España, no poner freno a los bancos, en los años precedentes a la crisis.
Islandia tuvo que pedir un rescate internacional del FMI que le obligó a acometer importantes ajustes económicos. Pero, ahí empieza la diferencia: el Gobierno islandés no desembolsó ni una sola corona de los contribuyentes en los bancos, los dejó quebrar. El país que no dio dinero público a la banca y llevó a políticos y banqueros a los tribunales está saliendo de la crisis

En uno de los ultimos informes de Intermón Oxfam  sobre "Crisis, desigualdad y pobreza",  advierte que si se siguen aplicando medidas de austeridad y recortes sociales la pobreza en España podría llegar a afectar al 40 por ciento de la población en los próximos diez años. Advierte además que si en España no se cambian este tipo de políticas el país necesitaría 25 años para recuperar el bienestar social. Según Intermón Oxfam, el porcentaje de pobreza se sitúa en el 30% de la población, afecta ya a cerca de 14 millones de personas, En estos cuatro años de crisis, España encabeza el nivel de desigualdad en la Unión Europea.
Hay familias que lo están pasando muy mal, y casa día que pasa nos despertamos con un noticia peor que la de ayer. Si la crisis está siendo dura e injusta, los desahucios son una inmoralidad. Los bancos rescatados con dinero público continúan desalojando familias de sus hogares, al mismo tiempo que acumulan miles de pisos vacíos.
En nuestro pais nadie es culpable y, por supuesto y no se han asumido ni se asumen responsabilidades, los banqueros siguen en sus puestos y los que no están se han repartido indemnizaciones millonarias...Asi nos va.

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