miércoles, 2 de enero de 2013

Andujar era...de cine

Antiguo Cine Español de verano
 Antiguo Cine Tivoli, Actual Sala Tivoli de copas

Una de mis pasiones que incluso aun sigo disfrutando aunque ahora desde el sillón de mi casa, es el cine, desde mi infancia, me ha acompañado hasta ahora y de vez en cuando me viene a la mente recuerdos de mi niñez en la que "la matine", doble sesion de cine, era para todos los chavales de mi época el culmen de un buen Domingo.
 En nuestra ciudad haya por los años 60-70, los chavales y no tanto, podíamos disfrutar de varias salas tanto en invierno como en verano, cines como el Avenida, Tivoli, Español o Calatrava y a los que habría que sumar el que se monto en el antiguo campo de fútbol de San Eufrasio (en este descubrimos al gran Bruce Lee y salíamos pegándole leches a todo kiski) o en nuestra hoy, desaprovechada Plaza de Toros.
 Mi favorito era el cine Tivoli, en el he pasado muchos de los mejores momentos de esa niñez marcada por las carencias de la época, he disfrutado con muchas películas que nos llegaban de otros países y que la censura de la régimen se encargaba de cortar aquellas escenas que podían "socabar los valores patrios" o en las que cualquier beso, caricia, escote o falda algo sinuosa, pudiera despertar en nosotros la "lujuria" impropia de "nuestros valores cristianos" y que tan fuerte era, que en algunas pelis se podian producir tantos cortes, que un metraje de 90 minutos de duracion se quedaba en 70, con los consiguientes silvidos y quejas del respetable.
Películas de marcianos con efectos que hoy darían risa, de terror( Paul Naschy, luego descubrí que su verdadero nombre era Jacinto Fernandez, nos hacia saltar del asiento con sus caracterizaciones de hombre lobo),  peliculas de animación,(Bambi, La cenicienta, Dumbo y otras muchas que después volví a ver, ya con mis hijos, cuando se remasterizaron), musicales (películas casposas y dulzonas al servicio de cantantes y grupos del momento, Marisol, Rocio Durcal, los Bravos...etc), todos los géneros eran agradecidos por un publico ávido de diversión, pero las que mas éxito tenían eran los Péplum o peliculas historicas de aventuras, vamos...las de "romanos", en las que como no, los Italianos eran los reyes del cartón piedra, y los Wentern, en los que los pobres indios, siempre en perdida lucha contra los soldados, hasta el culmen de la escena final en la que aparecía el 7º de Caballería con su toque de corneta, momento álgido en el que toda la chiquilleria aplaudíamos saltando de los asientos.
Tanto era el éxito de las taquillas, que las colas se prolongaban desde estas hasta la puerta de la ya desaparecida Peña Cultural y eran tantas las peleas y empujones que en mas de una ocasión tuvieron que hacer su presencia "los Municipales", poniendo orden a golpe de porra.
Y es que entonces el septimo arte era mucho mas que entretenimiento, era una parte fundamental de nuestras vidas, hasta las salas de entonces tenían glamur y casi se podía respirar historia incluso en el "gallinero", donde los culos menos pudientes aguantaban estoicamente los bancos de madera, el mio, hasta cerro el cine para mi, mas coqueto de nuestra ciudad, el Español de invierno, que estaba situado frente a la Ermita de la Virgen de la Cabeza, fue en los años 70 y proyectaron "Los Guardiamarinas", estábamos seis personas, todas de mi familia, posiblemente era el presagio de un futuro incierto en el que hoy vive el mundo de los sueños.
Todos estos cines ya han desaparecido, solo queda el Tivoli como sala de fiestas, unos por la especulación, otros por la dejadez quizás, de su propietarios que no supieron o quisieron, adaptarse a las nuevas tecnologías, pero el caso es que Andujar ha perdido, como en otras ocasiones, parte de su historia, esa que aun permanece en la memoria de muchos mayores que fuimos niños.

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