martes, 5 de noviembre de 2013

Retazos y juegos de mi Vida


Como he contado en alguna ocasión, mi primera infancia transcurrió en la C/ Magdalenas, en dos habitaciones al fondo de una casa de vecinos con un ¿aseo? compartido hasta la edad de 8 años en que mis padres vieron la posibilidad económica de irnos a un piso situado en la C/ Verbena, piso que a mi hermana y a mi nos pareció el mejor del mundo ya que íbamos a poder tener una habitación para nosotros dos y a mis padres seguro que mejor, porque por fin podrían acceder a la intimidad que, imagino que como cualquier matrimonio, anhelarían y que anteriormente no disponían por dormir los cuatro en un dormitorio.
Como digo, aquel nuevo hogar nos pareció estupendo, pero el nuevo hogar suponía también dejar atrás amigos de barrio y colegio, por lo que me puse mano a la obra en tal menester, importante para un niño de esta edad, pero que rápidamente dio sus frutos y al poco tiempo me integre con otros chavales, Antonio Ollero, Manolin Serrano, David Giron, Jose Antonio Garcia o Paco Maroto entre otros.
La pandilla prometía, y día tras día después del colegio (Ruiz de Gordoa) nos dedicábamos a lo que mejor sabíamos hacer...jugar...y en eso eramos expertos y variados como "al clavo", a la "pita", "al cielo voy", a los cromos y estampas, a los "platicos" y muchos mas, pero con lo que mas disfrutáramos era...¡con ir a la guerra!...eso es...llegaba corriendo a mi casa a recoger mis "armas"...usease, mi espada de madera, mi arco hecho de madera de olivo y las flechas de "carrizo" (planta muy abundante en aquellos años en los arroyos) para a continuación, y si no no salia de casa, comerme corriendo el "canto con Cola-Cao y azúcar" con el que mi madre me chantajeaba.
Corriendo, los chavales salíamos de las casas, todos merienda en mano, y nos escondiamos entre los cañizos y chopos abundantes en el Arroyo Mestanza para, agazapados, sorprender a los "enemigos" con una lluvia de flechas y ganar la batalla con unas escenas dignas de las películas de romanos de la "matiné", las cuales nos aprendíamos de memoria e incluso copiábamos el "atrezzo".
Pero el rey de los juegos en aquella época (al igual que hoy) era el fútbol, eramos capaces de aprendernos las alineaciones de los equipos y no solo las de R. Madrid o Barcelona y jugabamos al "envido" con los cromos que teníamos repetidos, despues de pegarlos en el álbum con pegamento de harina, para conseguir a tu ídolo o los que te faltaban para la colección.
Así que al llegar el fin de semana, nos abanábamos en buscar un buen equipo con el que hacer frente a quien durante la semana te desafiaba y que desde muy temprano, se iban uno o dos chavales a "pillar" alguno de los "campos de fútbol" que abundaban en lo que nosotros llamábamos "las Carreteras" y que no eran otra cosa que los solares donde hoy se ubican las viviendas de los sectores (Huelva, Málaga, Sevilla...etc) o los pisos de Caritas, y que los Sábados y Domingos se llenaban de chiquilleria.
Esto, no son mas que retazos de recuerdos de una feliz niñez y de situaciones que por desgracia, han desaparecido, eran los juegos de antes, juegos que han llenado la vida de muchas generaciones y que con objetos tan simples como unas maderas, las chapas de unas bebidas, un trozo de hierro o unos palos, eran capaces de aglutinar a varios niños para jugar mientras aprenden una de las cosas que poco a poco es mas escasa, la comunicacion directa, eso que desgraciadamente en esta sociedad no se fomenta...sino lo contrario...¿Cualquier tiempo pasado fue.....? 










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