viernes, 30 de noviembre de 2012

Hojalatero o Latero

Hoy vamos a recordar a una persona de la que guardo muchos recuerdos ya que me traslada a una época feliz en mi vida, sobretodo por la edad, hablo de cuando tenia 7 u 8 años y vivíamos en una casa de vecinos en la C/ Magdalenas, típica calle adoquinada con mimo, de mi Andujar que se fué. Por ella, y por toda la ciudad, era fácil ver pasar al "hojalarero o latero", esa persona a cuestas con un buen puñado de herramientas en una mano y en la otra su latón con carbón ardiendo para fundir las barras de plomo o estaño, "el hojalateroooo,se arreeeglan palancanas, ooollas, caazos y todo tipo de hojalaaataaa", pregonaba con voz grave y con un soniquete muy particular, los niños al oírlo salíamos para ver como avivaba el fuego sentado en la "serviguera" de alguna casa y comenzaba a fundir el estaño para remendar los agujeros de las ollas y otros cacharros de latón, algunos heredados de la abuela, ya agujereadas por el paso del tiempo y el uso, nosotros mientras, mirábamos anonadados por la maestría de aquel profesional del remiendo, tragando con gusto el humo que se desprendía de la faena y escuchando la regañina de mi madre, asomada a la puerta, siempre vigilante, y del hojalatero temiendo que nos quemaramos de tanto como nos acercábamos...¡¡Paquito, te quieres retirar de ahí y dejar al hombre que trabaje!! y yo a regañadientes, daba un pasito para atrás hasta que la veía dentro de la casa, a lo que de nuevo, volvía sobre mi paso al mismo punto de partida para seguir mirando entusiasmado a esta persona entrañable y en muchos casos, cariñoso con nosotros.

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